El nombre de este libro en la Biblia hebrea es Cantar de los cantares, llamado así evidentemente por el hecho de que, de todos los cánticos de Salomón (1 R 4:32), éste es el principal.
Los cantares de Salomón son una historia de amor, que glorifica el afecto puro y natural y señala la simplicidad y la santidad del matrimonio. Que esta historia tiene un significado típico puede inferirse del hecho de que bajo la figura de la relación matrimonial se describe el amor de Jehová por Israel (Os 1 — 3; Is 62:45), y el amor de Cristo por la Iglesia (Mt 9:15; 2 Co 11:2; Ef 5:25; Ap 19:7; 21:2). Así que el tema siguiente se sugiere por sí mismo: El amor del Señor para su pueblo prefigurado por el amor de la esposa y el esposo.
NOTA. Al leer este libro, debe recordarse que es poesía oriental, y que los orientales son dados a una claridad de expresión aun en las más íntimas de las cuestiones. Es un lenguaje llano, extraño y a veces desagradable para la mayoría de los lectores occidentales. Tan delicado e íntimo como es el lenguaje en algunos lugares, debe notarse que no hay nada aquí que ofendería al más modesto oriental.
El doctor G. Campbell Morgan dice: Ante todo, éste era indudablemente un canto de amor terrenal, pero era muy puro y muy hermoso. Hay hombres y mujeres que encontrarían indecencias en el cielo, si acaso llegaran allá, pero las llevarían en sus almas corrompidas.
Para los que llevan una vida de pureza sencilla, estos cantares están llenos de hermosura que expresan el lenguaje del amor humano. Por último, en las experiencias espirituales, expresan el vínculo de los que han sido ganados por Dios en Cristo, y de esa manera han llegado a amarlo y a conocerlo.
Autor. Salomón (1:1).
De todos los libros del Antiguo Testamento, el Cantar de los cantares de Salomón es probablemente el más difícil de interpretar y analizar. En este estudio vamos a limitarnos a dar un breve bosquejo de la historia contenida en el cántico, y de los diálogos entre Salomón y su desposada.
La historia en la cual está entrelazado este libro parece ser ésta: El rey Salomón visita su viña en el monte Líbano. Llegó de improviso a donde está una hermosa doncella sulamita. Ella huye y él la visita, disfrazado de pastor, y la conquista. Pronto viene a reclamarla como reina. Se dirigen al palacio real. Aquí comienza el poema y relata la historia de amor.1
Bosquejo del libro de CANTAR DE LOS CANTARES
I. La desposada en los jardines de Salomón (1:2 — 2:7)
- 1. La desposada pide una promesa de amor y alaba al amado (1:1-4).
- 2. Hace una súplica a las hijas de Jerusalén para que no desprecien su humilde origen, y pregunta dónde podrá encontrar a su amado. Las doncellas responden en coro (1:5-8).
- 3. Entonces sigue una conversación afectuosa entre Salomón y su desposada (1:9 al 2:73. Salomón habla, 1:9-11; la desposada, 1:12-14; Salomón, 1:15; la desposada, 1:16 al 2:1; Salomón, 2:2; la desposada, 2:3-7).
II. Los recuerdos de la desposada (2:8 — 3:5)
- 1. Recuerda la visita de su amado una primavera (2:8 — 17).
- 2. Recuerda un sueño respecto a él (3:1 — 5).
III. El desposorio (3:6 — 5:1)
- 1. Los habitantes de Jerusalén describen el encuentro del rey y la desposada (3:6 — 11).
- 2. Luego sigue una conversación. Habla Salomón, 4:1-5; la desposada, 4:6; Salomón, 4:7-16a; la desposada, 4:16b; Salomón, 5:1.
IV. En el palacio (5:2 — 8:4)
- 1. La desposada relata un sueño que tuvo sobre Salomón. Soñó que él había partido, y que al buscarlo, ella había sido tratada bruscamente por los guardas de la ciudad. En su sueño preguntó a las hijas de Jerusalén acerca de él, y describió su hermosura (5:2 al 6:3).
- 2. Salomón entra y la alaba (6:4-9).
- 3. Diálogo entre el coro de doncellas y la desposada. Habla el coro, 6:10; la desposada, 6:11,12; el coro y la desposada alternativamente, 6:13; el coro 7:1-5.
- 4. Entra Salomón y alaba a la desposada (7:6-9).
- 5. La desposada invita a su amado a visitar su hogar (7:10 al 8:4).
V. El hogar de la desposada (8:5-14)
- Los habitantes del país hablan, 8:5a; Salomón, 8:5b; la desposada, 8:6,7; sus hermanos, 8:8,9; la desposada, 8:10,12; Salomón, 8:13; la desposada 8:14.