
VENCER LA TENTACIÓN
Tal como les dijo Pablo a los corintios, cuando nosotros estamos pasando por una tentación, Dios siempre nos facilita una vía de escape; una salida. La palabra «salida» traduce aquí una palabra griega que se refiere a un pasaje por el cual se puede salir de un desfiladero.
Si vamos a parar a una quebrada y no podemos ver salida alguna, al principio es posible que pensemos que estamos atrapados. Sin embargo, si buscamos bien, por lo general encontraremos algún sendero en algún lugar; un camino de salida. Nuestra mejor ruta de escape la hallaremos si nos mantenemos deliberadamente cerca de Cristo. Él resistió ante las tentaciones. Él conoce la salida del desfiladero.
A los Vencedores se nos ha advertido que estamos en una batalla espiritual que exige un equipo especial. Y la exploración de Efesios, que hemos hecho ha revelado la forma tan maravillosa en que Dios nos ha protegido, al darnos el equipo exacto que necesitamos para pelear esta batalla.
Hemos sido bien provistos con el cinturón de la verdad. Estamos protegidos por la coraza de justicia. Nuestros pies están calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Hemos tomado el escudo de la fe, con el cual podemos apagar todas las flechas encendidas del maligno. Nos hemos puesto el casco de la salvación, la sabiduría de Dios para todas las situaciones.
Todas estas piezas de la armadura tienen un aspecto en común: han sido diseñadas para la defensa. Su razón de ser consiste en protegernos de los ataques del maligno.
En este capítulo descubrimos que el Señor también nos ha dado un arma ofensiva. Es «la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios» (Efesios 6.17). John MacArthur nos dice:
La palabra griega traducida como «espada» se refiere a una daga, la cual podía tener entre quince y cuarenta y cinco centímetros de largo. El soldado la llevaba en una vaina o funda a un costado y la usaba en el combate cuerpo a cuerpo.
La espada del Espíritu no es una espada ancha que se balancea o se agita alrededor de uno en la esperanza de causar daño. Es incisiva; es necesario que golpee un lugar vulnerable para que actúe con eficacia.
En el resto de este capítulo analizaremos y explicaremos la espada del Espíritu, centrándonos en tres temas significativos que revelan plenamente su significado y su razón de ser. En primer lugar, explicaré lo que es realmente esta espada y cómo funciona.
Después, te revelaré el ejemplo de Uno que blandió esta espada con magistral precisión. Y por último, exploraré las formas en que tú y yo nos podemos beneficiar de «la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios».