Muchas de las personas que conozco quieren iniciar su vida cristiana por la letra “A”, parpadear dos veces y llegar de pronto a la “Z”. Muchos se sienten frustrados porque no conocen cuáles son sus dones, o qué es lo Dios les ha llamado a hacer con sus vidas. Algunas tienen tanto miedo al fracaso y a los errores, que esto les impide siquiera comenzar.
Todos tenemos un potencial aún no desarrollado, y jamás lo veremos de manifiesto si no creemos que podemos hacer todo lo que Dios dice que podemos hacer en su Palabra.
A menos que avancemos en fe, creyendo que con Dios nada es imposible, Él no podrá obrar en nosotros lo que desea hacer para desarrollar nuestro potencial.
Hace falta nuestra cooperación y voluntad por medio de la determinación, la obediencia y el esfuerzo, para desarrollar lo que Él ha puesto en nosotros.
Nadie podrá hacerlo por nosotros. Nadie podrá decidir. Somos nosotros los que hemos de tomar la determinación. Si no lo hacemos, el diablo nos robará todo lo que tenemos.
Así que dale forma a tu potencial, haz algo con él. Jamás descubrirás lo que eres capaz de hacer si nunca intentas nada. No te quedes en la zona segura. Sal de ella y entra en lo que sientes que Dios te llama a hacer, y pronto descubrirás lo que de veras eres capaz de hacer.
Tomado del libro: El poder de la determinación