Muchas de las personas que conozco quieren iniciar su vida cristiana por la letra “A”, parpadear dos veces y llegar de pronto a la “Z”. Muchos se sienten frustrados porque no conocen cuáles son sus dones, o qué es lo Dios les ha llamado a hacer con sus vidas. Algunas tienen tanto miedo al fracaso y a los errores, que esto les impide siquiera comenzar.
Todos tenemos un potencial aún no desarrollado, y jamás lo veremos de manifiesto si no creemos que podemos hacer todo lo que Dios dice que podemos hacer en su Palabra.
A menos que avancemos en fe, creyendo que con Dios nada es imposible, Él no podrá obrar en nosotros lo que desea hacer para desarrollar nuestro potencial.