
Jesús Eleva a las Mujeres
La mujer sabia edifica su casa. Proverbios 14.1
Dondequiera que se difunde el Evangelio, la condición social, legal y espiritual de la mujer se eleva. Cuando el evangelio se ha eclipsado (sea por represión, por la influencia de religiones falsas, del secularismo, de filosofías humanistas o por la decadencia espiritual en la iglesia), la situación de la mujer ha declinado en consecuencia.
Las mujeres más significativas en la Escritura no fueron influyentes debido a sus profesiones, sino a su carácter
Incluso cuando los movimientos seculares han aparecido afirmando estar interesados en los derechos de la mujer, sus esfuerzos por lo general han sido perjudiciales. El movimiento feminista de nuestra generación es un buen ejemplo.
El feminismo ha devaluado y difamado la feminidad. Las diferencias de sexo son generalmente subestimadas, descartadas, despreciadas o negadas. Como resultado, las mujeres están siendo enviadas a situación de combate, sometidas a trabajos físicos extenuantes antes solo reservados a los varones, expuestas a todo tipo de humillaciones en los lugares de trabajo y estimuladas, además, a actuar y a hablar como hombres.
Mientras tanto, los feministas modernos acentúan la crítica sobre las mujeres que quieren que la familia y su cuidado sean sus prioridades menospreciando el rol de la maternidad, la única tarea por excelencia exclusivamente femenina. El mensaje final del igualitarismo feminista es que no hay verdaderamente nada extraordinario respecto de la mujer.
Pero ese no es indudablemente el mensaje de la Escritura. La Palabra de Dios honra a las mujeres por ser mujeres, y las anima a buscar el honor en una manera exclusivamente femenina. Proverbios 31.10–30.
La Escritura no descarta el intelecto del sexo femenino, no subestima los talentos y habilidades de las mujeres ni deja de fomentar el uso correcto de los dones espirituales. Pero siempre que la Biblia habla expresamente de los rasgos de excelencia de una mujer, el acento está invariablemente sobre la virtud femenina.
Las mujeres más significativas en la Escritura no fueron influyentes debido a sus profesiones, sino a su carácter. El mensaje que nos dan colectivamente no se refiere a la igualdad de sexo, sino a la verdadera excelencia femenina.