Oración Sencilla
Mi vida de oración era otra área en la que batallaba, y descubrí que mucho de ello era debido a una perspectiva complicada. Primero que nada, le había prestado mucha atención a la opinión de los demás sobre qué asuntos debía estar orando.
La mayoría de la gente está llena de lo que Dios los ha llamado a hacer y para lo que los ha ungido, y sin tener la intención de dañar, predican sobre su carga personal, digamos, y tratan de llevar a todos a hacer lo que ellos están haciendo. Yo era tan culpable como cualquiera en esta área, hasta que Dios me hizo entender que tengo que hacer aquello para lo que estoy ungida y dejar que los demás hagan aquello para lo que Él los ha ungido.
La gente me decía que debía estar orando con respecto a los problemas del gobierno: que el gobierno era un desastre y que realmente necesitaba mucha oración. Otros decían que debía orar contra el aborto, sobre el tema del sida y los desamparados. Los misioneros me dijeron que debía estar orando por las misiones. Algunos me dijeron que debería hacer guerra espiritual, y otros que confesara la Palabra.
El Señor también me enseñó que tenía que acercarme a Él en una manera sencilla.