¿Perdiste la Comunión con Cristo?
¿Perdiste la comunión con Cristo por culpa del pecado? Entonces la única manera de encontrarlo es abandonar tu pecado. Lo busqué, mas
¿Perdiste la comunión con Cristo por culpa del pecado? Entonces la única manera de encontrarlo es abandonar tu pecado. Lo busqué, mas
En Mara, el pueblo halló aguas amargas y murmuró contra Moisés. Dios los puso a prueba y les dio una ley como
Desde antes de la fundación del mundo, Dios tiene planes maravillosos para usted y para mi. Le invito a considerar la historia
Israel clamó a Dios y Él escuchó su oración y llamó a Moisés a liberar a Israel de esta terrible opresión en
Las promesas de Dios jamás han sido para dejarse de lado como si fueran para desechar: él quiere que las usemos. SEÑOR
Nuestros deseos de santidad pueden estar contaminados de motivos equivocados. Aun debajo del más verde pasto están ocultas las lombrices. “Así estará
¡Qué tranquila y pacífica sería tu vida si tan solo le dejaras al Dios de la providencia la tarea de proveedor! Depositen
Si has puesto tu amor en Él, Él te responderá. Si el amor a Él es nuestro motivo, entonces no pediremos mal.
A pesar de los peligros de debió enfrentar el profeta Jeremías, nunca rehusó cumplir con el propósito de Dios. FIDELIDAD E INSENSATEZ
Ser un hombre bienaventurado no significa solo recibir bendiciones, sino vivir conforme a la voluntad de Dios. La verdadera bienaventuranza surge de
La Oración de un Hombre de Dios es un reflejo de su fe y humildad, un acto de entrega, donde su corazón
En la vida, todos atravesamos momentos de dolor y dificultad, un verdadero “valle de lágrimas”. Sin embargo, la fe y la esperanza
Las riquezas de Cristo son insondables, más allá de lo que la mente humana puede comprender. En Él encontramos gracia, amor, redención
Podemos andar por este mundo de pecado y dolor con la certidumbre en nuestros corazones de que no seremos condenados. No hay
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo
No hay virtud en nuestro arrepentimiento si no nos trae a Dios. El mero dolor por el pecado no disminuye la culpa.
El temor de Dios no es el temor abyecto de un esclavo, sino la reverencia de un hijo obediente. Un Bendito Temor