Amense los unos a los Otros. Reflexiones de Charles Spurgeon
Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente. 1 JUAN 4:11-12
Por el amor que Dios te ha manifestado, estás obligado a amar a tus compañeros cristianos.
Debes amarlos aunque tengan muchas debilidades. Tú también tienes algunas y si no puedes amar a alguien porque tiene un temperamento brusco, quizá esa persona responda que no te puede amar porque tú tienes un espíritu apagado.
Jesús te amó con todas tus debilidades, así que ama a tus hermanos débiles. Me dices que no puedes amar porque tal hermano te ha ofendido ¡pero tú también ofendiste a Cristo! ¿Qué? ¿Acaso debe Cristo perdonar tus miles de ofensas aunque tú no perdones a tu hermano?
A veces no te tratarán con respeto, otras con cierto desdén o directamente se referirán a ti de forma muy cruel
Bueno, sí, ¿y qué importa? Cuando las personas han hablado mal de mí y han sido muy, muy falsos al hacerlo, yo he pensado a menudo que quizá de haberme conocido mejor, hubieran encontrado algo verdadero que decir, y por tanto yo debo ser como a veces decimos de un muchacho al que le han dado sin que lo merezca: «sí se lo merecía, si no ahora, alguna que otra vez, por alguna otra cosa».
En lugar de enojarte, sonríe ante la ofensa. ¿Quiénes somos para esperar que todo el mundo nos honre cuando nadie honró a nuestro Señor? Estemos listos de una vez para perdonar hasta setenta veces siete.