Sensible a lo que Dios está haciendo en otros (1-2). Pablo era sensible a las posibilidades de la juventud. Si el incidente con Marcos nos hizo creer lo contrario, su encuentro con Timoteo corrige tal impresión. Observa todo lo que se dice sobre Timoteo. ¿En qué nos basaríamos para escoger a un siervo del Señor?
Sensible a las flaquezas de otros (3). Pablo circuncidó a Timoteo porque era medio judío. Esta concesión parece haberle traído dolores de cabeza más tarde, porque se cuida de mostrar que en el caso de Tito su conducta fue diferente (Gálatas 1:10; 2:3-5; 5:11). Pero Lucas puntualiza bien (4) que el apóstol fue fiel al divulgar la enseñanza del concilio de Jerusalén.
Sensible a la conducción del Espíritu Santo (6-8). Pablo estaba listo a obedecer las indicaciones que el Espíritu le diera a medio camino, pese al plan que se había trazado. De alguna manera, se cerraron algunas puertas y hubo que esperar. ¿Con qué actitud has esperado nueva luz cuando una puerta se ha cerrado ante ti?
Sensible a la necesidad y el llamado (9-10). Otro camino se ha abierto y el Señor da en forma dramática la indicación de tomarlo. Este es un momento decisivo para la iglesia. Europa abre sus puertas al Evangelio. “En seguida procuramos partir” (10) ¡Qué tremendo sentido de urgencia! La iglesia del mundo hispano necesita obreros con la sensibilidad y el valor de Pablo y su equipo, en el que estaba incluido un médico: Lucas.
Para pensar. ¿Qué estamos haciendo para que esto ocurra?
Oración. Señor, envía obreros así a tu mies. Si quieres que lo yo lo sea dame una visión a tu manera.
Publicado: Editado: 2209