Cómo Leer la Biblia | Reflexiones Cristianas de Max Lucado
Dios nos habla a través de su Palabra. El primer paso para leer la Biblia es pedirle a Dios que le ayude a entenderla. “Pero el Auxiliar os enseñará todo y os hará recordar todo lo que os dije. Este Consolador es el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre” (Juan 14:26 NVI).
Antes de leer la Biblia, ore. No vayas a las Escrituras buscando tu propia idea; ir a buscar el de Dios. Lea la Biblia en oración. Además, lea la Biblia con atención. Jesús nos dijo: “Buscad y encontraréis” (Mateo 7:7 NVI). Dios elogia a aquellos que “mastican la Escritura día y noche” (Sal. 1:2 MSG).
La Biblia no es un periódico que hay que hojear, sino más bien una mina que hay que extraer. “Búsquenlo como si fuera plata, y búsquenlo como a un tesoro escondido. Entonces comprenderás el respeto a Jehová y descubrirás que conoces a Dios” (Prov. 2:4-5 NVI).
He aquí un punto práctico. Estudie la Biblia poco a poco. Dios parece enviar mensajes como lo hizo con su maná: la porción de un día a la vez. Proporciona “una orden aquí, una orden allá. Una regla aquí, una regla allá. Una pequeña lección aquí, una pequeña lección allá” (Isaías 28:10 NVI).
Elija profundidad sobre cantidad. Lee hasta que te des cuenta de un verso, luego detente y medita en él. Copia el versículo en una hoja de papel o escríbelo en tu diario y reflexiona sobre él varias veces.
La mañana que escribí esto, por ejemplo, mi tiempo devocional me encontró en Mateo 18. Solo llevaba cuatro versículos del capítulo cuando leí: “La persona más grande en el reino de los cielos es la que se hace humilde como este niño”. (NCV). No necesitaba ir más lejos.
Copié las palabras en mi diario y las he reflexionado de forma intermitente durante el día. Varias veces le pregunté a Dios: "¿Cómo puedo ser más infantil?" Al final del día, recordé mi tendencia a apresurarme y mi propensión a preocuparme.
¿Aprenderé lo que Dios quiere? Si escucho, lo haré.
No se desanime si su lectura produce una pequeña cosecha. Algunos días todo lo que necesitamos es una porción menor. Una niña regresó de su primer día de escuela. Su mamá preguntó: "¿Aprendiste algo?" “Supongo que no”, respondió la niña. “Tengo que volver mañana y pasado y pasado. . .”
Consulta: 20 Versículos para empezar bien el día