Quiero compartirte un extracto del libro “Creer es también pensar” de John Stott:
“Los que viven sin controlar sus malos deseos, sólo piensan en hacer lo malo. Pero los que viven obedeciendo al Espíritu Santo, sólo piensan en hacer lo que desea el Espíritu. Si vivimos pensando en todo lo malo que nuestros cuerpos desean, entonces quedaremos separados de Dios. Pero si pensamos sólo en lo que desea el Espíritu Santo, entonces tendremos vida eterna y paz.” Romanos 8:5-6 (TLA)
El dominio propio es ante todo el dominio de la mente. Lo que sembramos en nuestras mentes lo cosechamos en nuestras acciones. Las mentes de los hombres necesitan ser alimentadas tanto como sus cuerpos.
Y la clase de alimento que nuestras mentes devoren determinará la clase de personas que lleguemos a ser. Las mentes saludables tienen un apetito saludable, debemos satisfacerlo con alimento que brinde salud, y no con drogas y venenos intelectualmente peligrosos.
¿Cómo estás alimentando tu espíritu y tu mente? Te animo a que empieces a fortalecer tu mente con la palabra de Dios, porque de la manera que tú piensas es de la manera en que tú vives.
Ocúpate en fortalecer buenos pensamientos y actitudes positivas. Tener una actitud positiva te abre puertas y te muestra nuevas posibilidades en la vida.
Estudia, lee, infórmate de lo que está pasando, porque el conocimiento es INDISPENSABLE para la vida y el servicio cristiano. Si no usamos la mente que Dios nos ha dado, nos condenamos a la superficialidad espiritual y nos privamos de muchas de las riquezas de la gracias de Dios.
Al mismo tiempo, el conocimiento se nos da para ser usado, para guiarnos a una adoración madura, a una mayor fe, a una santidad más profunda y a un mejor servicio. Lo que necesitamos no es menos, sino más conocimiento, en tanto que lo pongamos en practica.
"Trata de ser sabio y actúa con inteligencia. Pide entendimiento y busca la sabiduría como si buscaras plata o un tesoro escondido. Así llegarás a entender lo que es obedecer a Dios y conocerlo de verdad. Sólo Dios puede hacerte sabio; sólo Dios puede darte conocimiento". Proverbios 2:2-6 (BSL)