Jacob tenía miedo de encontrarse con su hermano Esaú. Pero el amor de Esaú, era mas grande y fuerte y corrió a su encuentro.
El Reencuentro de Esau y Jacob.
¡Que hermosa es la actitud de Esaú!, su hermano, el tramposo Jacob, había vuelto con mucho miedo como resultado de sus engaños. Pero el amor del hermano Esaú, era mas grande y fuerte y corrió a su encuentro, dejó de lado su viejo rencor y deseos de venganza.
“Pero Esaú corrió a su encuentro, le abrazó y se echó sobre su cuello, le besó y lloraron y alzó sus ojos y vió a las mujeres y los niños y dijo: “¿quiénes son estos? Y él respondió: “son los niños que Dios a dado a tu siervo” Génesis 33:4-5
Seguramente, los recuerdos de la infancia, eran mas fuertes y evidentemente había amor entre ellos.
¡Cuántas veces en las familias y en las iglesias hay problemas muy parecidos, por celos, por envidia o por ambición de poder, por exhibicionismo soberbio en el poder, por competencia, que a nada conducen!.
Ellos se abrazaron, no se quedaron con nada de rencor, ni se abrazaron por compromiso, fue un “encuentro sincero”, “…se abrazaron, se echó sobre su cuello y le besó y lloraron”. Esto habla de una entrega total, sincera.
Esta es la manera como se pueden solucionar estos temas, donde no hay show “Pour la galerie” (para la tribuna), donde hay sinceridad, donde no hay vueltas ni prejuicios, donde no hay reproches.
Cuando el amor es expresado así, se puede ver lo que rodea a mi hermano, puede ver como Dios lo ha bendecido y puede alegrarse. ¡Que bueno es dejar las cosas que sufriste hace tiempo, en el olvido y amar a tu hermano con todo el corazón!.
“Dios resiste a los soberbios, y dá Gracia a los humildes”. (Santiago 4:6), “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”. Aprende a perdonar y ser perdonado, olvidando y enterrando lo que te han hecho, pues esto es lo que produce una verdadera liberación.
¡Señor, ayúdame a perdonar y olvidar!