Gloria a Dios en Todo Tiempo
DAME GRACIAS POR TUS PROBLEMAS. Tan pronto como tu mente tropiece con dificultades, tráemelas a mí con acción de gracias. Luego, pídeme que te muestre cómo manejar la situación.
El simple acto de agradecerme libera tu mente de enfoques negativos. Al volver tu atención a mí el problema cede en importancia y pierde poder. Juntos tú y yo podemos hacer frente a la situación, sea enfrentándola o aislándola para tratarla más adelante.
La mayoría de los problemas que complican tu mente no son preocupaciones del día presente sino que los has pedido prestados al día de mañana. En este caso, yo lo quito del hoy y lo pongo en el futuro donde tus ojos no lo puedan ver. En su lugar te doy mi paz, que fluye libremente de mi Presencia.
FILIPENSES 4.6; JUAN 14.27