Juan 15.18-27
Si el mundo te odia, a Cristo lo odiaron primero (18,19). El mundo para San Juan es la sociedad humana que se organiza sin Dios.
Aún los discípulos no habían experimentado esta hostilidad, pero luego del Pentecostés, el odio del mundo se hizo cruel.
Jesús ha profetizado que habría una división tajante entre Dios y el mundo. ¿Por qué? Porque el mundo se parcializa con aquellos que comparten sus consagradas normas, pero odia a aquellos que testifican contra ellas. ¿Qué otras razones da Juan para que se dé este enfrentamiento?
Si el mundo te persigue, también a Cristo lo persiguieron (20,22). Todos aquellos que odian y niegan a Cristo también perseguirán y odiarán a sus seguidores.
Porque la hostilidad a la iglesia tiene sus raíces en la enemistad a Cristo. Si el cristiano ha sido llamado a dejar los modos de actuar del mundo, a no sujetarse a sus reglas, a combatir su estilo de vida, entonces, no puede esperarse sino la confrontación entre uno y otro.
Si el mundo te escucha, a Cristo también lo escucharon (20). No obstante, muchos harán suya la Palabra de Cristo, anunciada por los suyos desde los púlpitos y fuera de ellos.
Es un consuelo saber que algunos nos escucharán, porque ya han escuchado a Cristo.
Para pensar. ¿Hasta que punto los cristianos están actuando según las reglas de este mundo que pasa?
Oración. Señor, el acomodarnos a las exigencias del mundo nos cuesta menos. Su odio frío, sucio y hasta sangriento nos hace temer. Da valentía a tu pueblo para vivir según tus reglas.