La Contienda de Dios
Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
Génesis 6:3
El Señor siempre nos llama. Recuerdo hace años un cartel que decía: "Dios busca a usted. ¿Busca usted a Dios?" Y en verdad buscamos al Señor sólo cuando estamos en problemas, para que nos ayude en la solución. Son muy pocas las personas que buscan a Dios motivadas por Su Persona, por la sóla necesidad de escucharlo y amarlo como Padre.
La contienda que Dios tiene con nuestra alma es conmovernos y convencernos de que somos pecadores y necesitamos con urgencia de Él. Por todos los medios siempre ha tratado de recuperarnos, como un papá se desvive por hacer regresar a la cordura a un hijo rebelde.
En la época de este texto, los hombres estaban corrompidos y Dios ya no lograba volverlos de su maldad. Su Espíritu quería limpiarlos y salvarlos de la aniquilación total.
Satanás había logrado incluso corromper genéticamente parte de la raza humana haciendo que ángeles caídos se unieran a mujeres.
Pero el hombre a veces es sólo "carne". Esto no significa que carezca de alma y espíritu sino que prefiere guiarse solo por la carne, lo que le es agradable, lo que satisface su sensualidad y agrada a su ser animal. Esta conducta determina no sólo su muerte espiritual sino también su deterioro, enfermedad y muerte física.
En los primeros capítulos de Génesis vemos que los hombres viven largo tiempo. Adán vivió 930 años, Matusalén 969 y Noé 350. Paulatinamente, a medida que avanzamos en la historia bíblica y el pecado deteriora más a la raza humana, la vida se hace más breve. En este punto de la Historia se registra cómo máximo tiempo de vida 120 años. Hoy día nadie alcanza esa edad.
¿Cómo está usted viviendo su vida? ¿Procurando satisfacer sólo su carne o también busca lo espiritual? ¿Cree que Dios le está buscando? ¿Cómo responderá a Su llamado?