(1 Timoteo 2.8). Pero luego Salomón se dirige al pueblo y le entrega las enseñanzas que hoy nos llegan a nosotros.
La bendición de tener un Dios fiel (56). Esta bendición se asemeja mucho a la primera descrita en los versículos 14-21.
La fidelidad del Señor es un hecho real ayer como hoy. ¿En qué cosa específicamente se ha mostrado la fidelidad del Señor (Deuteronomio 12.9-10)?
El contenido de la oración (57-60). En las dos primeras peticiones Salomón menciona a “nuestros padres”. Esto significa que la oración siempre se apoya en la fidelidad de Dios en el pasado, y en lo que él ha hecho en el mundo.
La tercera petición (59) habla de que la oración esté cerca del Señor de día y de noche, lo cual indica que la oración debe tomar en cuenta las necesidades del momento.
Por fin, la cuarta petición (60) se dirige al futuro y abarca “todos los pueblos de la tierra”. La enseñanza es que en la oración nunca debe faltar el aspecto misionero.
Devoción íntegra a la voluntad de Dios (61). Esta se ve expresada en la Palabra “perfecto”. Claro que Salomón no estaba pensando en la perfección que excluía la posibilidad del pecado porque en la misma oración reconoce que todo hombre peca (46).
Habla de la devoción íntegra a la voluntad de Dios, como también se ve en los versículos 11.4 y 15.3 y 14.
Para pensar. No hay duda de que la dedicación del templo representó una profunda experiencia espiritual para Salomón y para el pueblo.
¿Cómo es posible que tanto el mandatario como los gobernados se alejaran de la devoción al Señor tan pronto?
Oración. Señor, tú dijiste a tus discípulos que velaran y oraran. Permítenos contar con tus fuerzas para hacerlo en la generación actual en que tú nos has puesto.