Ladrón
Persona que mediante la violencia, la astucia o el engaño se adueña de los bienes de otro. En Palestina, y en general en todo el ambiente bíblico se consideraba un grave pecador (Éxodo 20:15; Levítico 19:11; Deuteronomio 5:19; robo). Moralmente, ni el hecho de robar por necesidad le eximía de culpa (Proverbios 6:30). Jeremías considera el robo tan vil como el asesinato, el adulterio o la blasfemia (7:9).
El Nuevo Testamento confirma las prohibiciones del Antiguo Testamento y desprecia igualmente al ladrón (Marcos 10:19; Lucas 18:20; Romanos 13:9; 1 Corintios 6:10; Efesios 4:28; 1 Pedro 4:15). Sin embargo, la figura del ladrón adquiere notables matices metafóricos. Se dice que el Hijo del Hombre (Mateo 24:43-44), el día del Señor (1 Tesalonicenses 5:2, 4) y el Señor (2 Pedro 3:10; Apocalipsis 3:3; 16:15) vendrán como ladrón en la noche.
Pilato comparó a Jesús con un ladrón (Mateo 27:17). A Jesús lo crucificaron entre dos ladrones, cumpliendo una profecía (Marcos 15:27; cf. Isaías 53:12), y de ellos uno se arrepintió (Lucas 23:39-43).