El Arca de Salvación
Génesis 7:1-7
Desde Caín y Abel ha habido siempre dos clases de personas en el mundo. La posteridad de Caín son poderosos desde su propio punto de vista, mientras que a los ojos de Dios son solo malos, y ello de manera continua. La línea de Abel, como Noé, halla gracia a los ojos del Señor.
La única esperanza para el hombre es «hallar gracia». Cristo, el arca divina, es la puerta abierta de la misericordia de Dios para todo aquel que quiera entrar.
I. El lugar de refugio. «¡El arca!«Éste fue el camino de salvación establecido por Dios. El arca era:
1 UN LUGAR DE SEGURIDAD. No hay condenación ahí. Dios es nuestro refugio. Escondidos con Cristo en Dios.
2 UN LUGAR DE SEPARACIÓN. Los salvos son siempre puestos aparte para Dios (Sal. 4:3). Separados del pecado y del juicio para ser testigos para Él.
3 UN LUGAR DE PROVISIÓN. Todas las necesidades de Noé fueron provistas en su escondedero (Is. 32:2; Fil. 4:19).
II. La invitación divina. Dios dijo: «Entra». Es con la invitación del mismo Dios que tienen que ver los hombres (Mt. 11:28). En lugar de obedecer y entrar,
1 ALGUNOS LA MIRAN. Su interés los lleva solo a echar una mirada pasajera a la gran provisión.
2 ALGUNOS HABLAN DE ELLA. Se muestran curiosos.
3 ALGUNOS SE BURLAN. De aquellos que aceptan.
III. La aceptación de la invitación. (v. 7. )
1 NOÉ ENTRO. Él creyó por sí mismo, y tomó el paso decisivo.
2 SU MUJER ENTRO. Es triste cuando un hogar está dividido acerca de esta importante cuestión. ¿Y qué si el marido no hubiera entrado?
3 SUS HIJOS ENTRARON. La promesa es para vosotros, y para vuestros hijos.
4 LAS MUJERES DE SUS HIJOS ENTRARON. «Cree (…) y serás salvo, y tu casa» (Hch. 16:31).