EL PASTOR Y LAS OVEJAS
Bosquejos sobre el Salmo 23
I. «JEHOVÁ ES MI PASTOR» (v. 1).
I. ¿Quién es este pastor? «Jehová», el que era, y es y ha de venir. Este título aparece 7. 600 veces. Jehovah Rohi. «Jehová mi Pastor.»
II. Cómo ha venido, Él a ser pastor. «Todos se descarriaron» (Is. 53:6). Él vino a buscar y a salvar a los perdidos.
III. ¿Qué ha hecho Él por las ovejas?
Ha entrado por la puerta del redil Juan 10:2
Ha dado su vida por las ovejas Juan 10:11
Ha dado vida eterna a sus ovejas Juan 10:28
Les ha dado la prueba de la seguridad eterna Juan 10:29
IV. ¿Quiénes son sus ovejas? Es característico de ellas que:
Oyen su voz, v. 27
Le conocen, v. 14
Le siguen, v. 27
II. «NADA ME FALTARÁ» (v. 1).
I. ¿A quién nadie le faltará? El que pueda verdaderamente decir: «Jehová es mi Pastor».
II. Porque de nada carecerá. Porque el Señor es su Pastor, y ÉL es rico en posesiones, sabio en administración, fuerte para defender, y lleno de gracia para dar.
III. ¿Qué es carecer?
Es ser como Belsazar al ser pesado en la balanza, Daniel 5:27
Es ser como el pródigo en el país lejano, Lucas 15:14
Es ser como las vírgenes insensatas sin aceite, Mateo 25:8
Es ser como el rico en el infierno, Lucas 16:24
III. «ME HARÁ DESCANSAR» (v. 2).
Estas palabras implican;
I. Un plácido apacentamiento. «Delicados pastos.» Los pastos de la Palabra de Dios son siempre tiernos, lozanos y saciadores.
II. Reposo en paz. Me hará descansar. El reposo implica no solo satisfacción sino también la consciencia de una total seguridad.
III. Una gentil compulsión. «Me hará yacer.» ¡Qué compulsión más llena de gracia es la suya!
IV. Un andar placentero. «Junto a aguas de reposo.» Las Escrituras de verdad, el día del Señor, la grata hora de la oración, etc.
V. Una fiel conducción. «Me guiará.» Él guía a la plenitud de bendición. «Está mi alma apegada a ti» (Sal. 63:8).
IV. «HARÁ VOLVER MI ALMA» (v. 3, V.M.)
I. ¿Cuándo se necesita la restauración?
Cuando me encuentro en una condición débil y desfallecida.
Cuando me encuentro en un estado de pecado y alejamiento.
II. ¿Cuáles son las señales del alejamiento?
Seguir de lejos, por temor o por vergüenza.
Descontento y agitación acerca de la conducción de Dios.
Creciente descuido por la comunión de los santos.
Descuido secreto de sus «delicados pastos» y preferencia por los pensamientos de los hombres.
III. ¿Cómo se lleva a cabo la restauración? «Hará volver.»
Mediante la mirada del Pastor, Lucas 22:61
Mediante el cayado del Pastor, Salmos 119:67
V. «ME GUIARÁ… POR AMOR DE SU NOMBRE» (v. 3).
I. El guiador. «Me guiará»…
Por la Palabra de su boca.
Por el ejemplo de su vida.
Por los impulsos de su Espíritu.
II. Los guiados. «Me guiará»…
Porque mi mirada está en Él.
Porque creo en Él.
Porque me doy a Él.
III. Los caminos. «Sendas de justicia (de rectitud).»
En el camino de Paz.
En el camino de Oración.
En el camino de Poder.
IV. El propósito de su conducción. «Por amor de su nombre.»
Por amor a su palabra.
Por amor a su obra.
Por amor a su voluntad.
VI. «NO TEMERÉ MAL ALGUNO» (v. 4).
I. Experiencia de prueba. El «valle de sombra de muerte.» El valle de la adversidad temporal.
El valle de la severa aflicción física o familiar.
El valle de la amarga persecución.
II. Certidumbre bienaventurada. «No temeré mal alguno.»
No temeré ningún mal lugar: El mundo
No temeré cosa mala: La carne
No temeré a nadie malo: El diablo
II. Un testimonio gozoso. «Tú estarás conmigo.» Tú conmigo como el Camino.
Tú conmigo como la Verdad.
Tú conmigo como la Vida.
VII. «ME INFUNDIRÁN ALIENTO» (v. 4).
La «vara y el cayado» me infundirán aliento porque son suyos, y son siempre suyos.
I. El aliento de Su vara (garrote).
Era su arma de defensa contra el enemigo.
Era lo que les servía para abrirles camino entre los espinos y los zarzales.
II. El aliento de Su cayado.
Con él eran rescatadas del peligro.
Al pasar debajo de él eran contadas para seguridad.
La vara y el cayado son los emblemas del Poder del Espíritu y del carácter asegurador de su Palabra.
VIII. «ADEREZARÁS MESA DELANTE DE MÍ» (v. 5)
I. ¿Qué? «Aderezarás mesa.» Una mesa nos habla de previsión y de comunión.
II. ¿Quién? «Tú.» Esta preparación es perfectamente congruente con su carácter.
III. ¿Dónde? «En presencia de mis enemigos.» Los pastores cortan ramas, a veces, para alimentar a la grey.
IV. ¿Para quien? «Delante de mí.» Experiencia personal de su cuidado especial.
IX. «UNGISTE MI CABEZA CON ACEITE, MI COPA ESTÁ REBOSANDO » (v. 5).
Hay una relación vital entre la cabeza ungida y la copa rebosante.
I. La cabeza ungida. (El aceite como símbolo del Espíritu Santo):
Es señal de la separación del hombre para Dios.
Es el sello de la consagración del hombre por parte de Dios, para su servicio.
II. La copa rebosante. La copa rebosante es el resultado del aceite rebosando.
Significa una vida de satisfacción abundante, «rebosando». Significa una vida de bendición para otros. El rebosamiento no se desperdicia, sino que se aplica para la salvación de otros. Significa una vida de gozoso testimonio. «Mi copa está rebosando. » No es para maravillarse cuando «Jehová es la porción de mi copa».
X. «CIERTAMENTE LA BONDAD Y LA MISERICORDIA ME SEGUIRÁN » (v. 6).
Cuando podemos decir: «Me guiará», podemos añadir confiadamente: «La bondad y la misericordia me seguirán».
I. Los asistentes del peregrino.
«Bondad» para recoger los preciosos resultados de nuestras vidas.
«Misericordia» para purificar y perdonar tanto las faltas como sus fracasos.
II. La consolación del peregrino. «Todos los días de mi vida».
Todos los oscuros y tenebrosos días.
Todos los luminosos y fructíferos días.
III. El hogar del peregrino. «La casa de Jehová.»
La casa que ha sido preparada por el Señor.
La casa en la que el mismo Señor mora.
El tiempo es tan solo el vestuario de la Eternidad.
IV. La confianza del peregrino. «En la casa de Jehová moraré por largos días».
Él sabe en Quién ha creído.
Él cree y espera lo que Él ha prometido.