LA TROMPETA DEL EVANGELIO. Bosquejos Biblicos para Predicar Joel 2:15
Es ciertamente de lo más adecuado, en la actual condición religiosa, que al comienzo de este año oigamos este urgente llamamiento de los trompeteros del Señor a «Tocar trompeta en Sion» en señal de alarma.
El sueño espiritual y la apatía ante la obra de la salvación de las almas parecen haberse instalado en la moderna Sion. «Pensar en lo terreno », una actitud acerca de la que lloró el apóstol (Fil. 3:19), parece ser una tendencia especial de la Iglesia hoy. Si los atalayas que ven esta espada se callan, ¿quién hará sonar la alarma?
I. Los trompeteros. En Números 10:8 son los «Hijos de Aarón» los que han entrado en este sagrado privilegio por razón de su nacimiento.
Las trompetas eran de plata para que pudieran dar un son claro, dulce y distintivo. El Evangelio de Dios no da una nota dura e incierta cuando es soplado con un corazón y labios amantes y consagrados.
En Ezequiel 33:6, el trompetero es un atalaya. El siervo de Dios no es solo un sacerdote para adorar, sino también un atalaya para advertir.
Su ojo debe ser rápido en discernir las señales de los tiempos, y sus labios listos a dar la nota necesaria.
II. Los usos de la trompeta: pueden indicar la obra del predicador y el carácter del Evangelio.
1. Se tocaba sobre LOS HOLOCAUSTOS y sacrificios (Nm. 10:10).
Éste era el son gozoso de la expiación. Bienaventurados los que conocen este son de trompeta (Sal. 89:15, margen): la redención y la paz por la sangre de su Cruz.
2. Se tocaba EN LA UNCIÓN DE UN REY (2 R. 9:13). Haz resonar las nuevas de que el Crucificado está ahora coronado de gloria y de honra. Esto es lo que hizo Pedro (ver Hch. 10:38-40).
3. Se tocaba DELANTE DEL ARCA DE DIOS (1 Cr. 15:24). La llegada de este símbolo de su presencia fue proclamada por el vigilante y gozoso trompetero. «¡He aquí, Él viene!» Haz que resuene esta gozosa nota, vosotros atalayas del Señor.
4. Se tocaba PARA ADVERTIR (Ez. 33:4). El día de la batalla está siempre con nosotros. El poder del pecado y las huestes del infierno no nos dan tregua. Si no se da advertencia, ¿quién se preparará para la batalla?
5. Se tocaba PARA HACER SONAR LA ALARMA (Jl. 2:1). Este profeta ve la reunión de las naciones. «Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y densa niebla», porque «viene el día de Jehová». Suena la alarma, porque se acerca el terrible día en que «se ponen pálidos todos los semblantes» (v. 6). Esta nota de «alarma » no es deseada en nuestros días, pero nunca fue más necesaria. ¡Despertad! ¡Despertad!
III. La responsabilidad de los trompeteros. Algunos de los trompeteros pueden ser tan ciegos que no ven el peligro; pero si uno lo ve… y no toca la trompeta… demandaré su sangre [del que muera] de mano del atalaya (Ez. 33:6).
Los atalayas del Señor deberían ser los primeros en ver, y los primeros en hacer sonar la nota de alarma. Un testigo fiel libra almas. Deberíamos ser apremiantes mientras tenemos oportunidad, porque llegará el tiempo en que «sonido de… trompeteros no se oirá ya más en ti» (Ap. 18:22).