TRES ASPECTOS DE LA SALVACIÓN. Bosquejo Bíblico para predicar de Lucas 15
En este capítulo tenemos tres parábolas, representando tres condiciones de los perdidos, y mostrando a tres personas buscando a los perdidos. Estas parábolas fueron dichas a los fariseos y escribas, que murmuraban, diciendo: «Este hombre a los pecadores recibe». Muestran la clase de pecadores que él recibe, y cómo los recibe. Observamos;
I. Un triple aspecto de los perdidos.
1. LA OVEJA PERDIDA, que representa a los que están perdidos a la seguridad. Fuera del redil significa fuera de la cuenta. Había noventa y nueve; la perdida no fue contada.
La oveja perdida estaba en peligro, expuesta e inerme, tipificando a aquellos que están irreflexivamente perdidos, inconscientes de su condición. ( Ver Bosquejo Bíblico: El Señor es Mi Pastor )
2. LA MONEDA PERDIDA, representando a los perdidos a la utilidad. En tanto que esta moneda de plata estuviera perdida, no podía ser usada; para nada era buena. No se había perdido en el desierto, sino en la casa.
Es posible estar en la casa de Dios, y sin embargo estar perdido a toda utilidad, como los Escribas y los Fariseos, a los que se dirigían estas palabras.
Es posible tener el alma salvada y perder la vida. Estar fuera de la mano de Aquel a quien pertenecemos como redimidos es estar en una condición de inutilidad. Cuando se pierde una moneda no es sólo el vil metal lo que se pierde, sino todo el bien que pudiera hacerse con aquel dinero.
3. EL HIJO PERDIDO, representando la comunión perdida. Fuera de comunión con el Padre: una condición de degradación y de deshonra provocada por una elección deliberada y una voluntariosa separación de su presencia. Así se pierde el recaído a la comunión con Dios por su amor al mundo.
II. Una triple salvación. En estas tres parábolas podemos ver los deseos y anhelos del Padre, Hijo y Espíritu Santo para con los perdidos.
1. EL PASTOR BUSCA LA OVEJA PERDIDA PARA SALVARLA. Aquí tenemos revelada la obra del Hijo. Él va en pos de los perdidos, dejando detrás de él todo lo suyo, a fin de poder encontrarla. Busca salvar a costa de un gran sacrificio.
2. LA MUJER BUSCA LA MONEDA PERDIDA PARA USARLA. Esto sugiere la misión del Espíritu Santo. El dinero se pierde en la casa. Ella enciende una lámpara y barre la casa. El polvo y las tinieblas son generalmente la causa de que el Espíritu Santo no pueda tomar nuestras vidas para emplearlas.
La luz de la verdad tiene que ser traída desde fuera, y el polvo de la corrupción interior barrido desde dentro, para llegar a la confesión y a la rendición.
El inconverso tiene que estar solamente fuera del redil para ser un alma perdida; el salvo únicamente tiene que estar fuera del control y toque del Espíritu Santo para ser una vida perdida. Él, como esta mujer, trata de salvar a estos perdidos para una vida de servicio para Dios.
3. EL PADRE BUSCA QUE SU HIJO PERDIDO TENGA COMUNIÓN CON ÉL. El Padre no sale a buscar; espera y anhela el regreso del pródigo. La pérdida de amor es una gran pérdida. Él llama a los recaídos a que vuelvan, y a los tales les promete curación.
Es triste encontrar a cristianos en este terrible estado: fuera de comunión con Dios. Los tales necesitan dos cosas: (1) Volver en sí. (2) Volver a su Padre.
III. Un regocijo triple. Hay gozo en el cielo por la salvación de:
1. UN ALMA PERDIDA. El valor es incalculable, el gozo es sin fin.
2. UN SIERVO PERDIDO. No contristéis al Espíritu Santo. Presentaos a Dios. Por precio habéis sido comprados.
3. UN HIJO PERDIDO. El amor restaurado, y goce de la paz y de la comunión. En esta triple salvación–el corazón de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo–un corazón es hecho dichoso.
Ver predicas cristianas sobre la Salvación