TRES HECHOS DE IMPORTANCIA UNIVERSAL. Bosquejos Biblicos para Predicar 2 Tesalonicenses 1:6-12
Aquí tenemos unos acontecimientos que de cierto sucederán, y que afectarán a toda la humanidad.
I. Una nueva revelación. «Será revelado el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego» (v. 7). Este mismo Señor Jesús que fue abandonado por sus discípulos en su momento de mayor dolor. En el día de su humillación Él hubiera podido llamar a «legiones de ángeles» en ayuda suya, pero ahora los ángeles de su poder vienen con su presencia ardiente, para cumplir su largamente atrasado propósito de echar de su reino todas las cosas que ofenden y a los que hacen iniquidad (Mt. 13:40-42).
«Los segadores son los ángeles» (Mt. 13:39), que están esperando ahora hasta que «esté madura la cosecha de la tierra» (Ap. 14:15). El Señor ha estado a lo largo de esta era revelándose a Sí mismo como el manso, y humilde, y misericordioso Cristo; pero Él se revelará a Sí mismo en «llama de fuego» contra toda impiedad. ¿Quién podrá resistirse cuando Él aparezca?
II. Una retribución infalible. «Para dar tribulación a los que no conocieron a Dios, ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (v. 8). El día de gracia habrá ya pasado; no quedará más sacrificio por el pecado, sino una expectativa cierta de juicio y de hervor de fuego que devorará a los adversarios (He. 10:27). Los culpables son los que no conocen a Dios, porque no han obedecido las buenas nuevas de Jesucristo. Obedecer el llamamiento del Evangelio de Cristo es el camino para conocer a Dios, cuyo conocimiento es la vida eterna.
Puede haber alguna excusa por la ignorancia, pero no puede haber excusa alguna para la negligencia. «¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?» ¿Cuál es el castigo? Destrucción eterna, excluidos de la Presencia del Señor y de la gloria de su poder. «En su presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre» (Sal. 16:11). Entonces, ¿qué significará para aquellos que estén eternamente exiliados del Reino de Dios y de los placeres que siempre manan de su benéfica Presencia? Llámale cómo quieras a este estado o condición. Hay una terrible atmósfera acerca de ella. «Huye por tu vida.»
III. Una recompensa honradora de Cristo. Vendrá «para ser glorificado en aquel día en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron» (v. 10). Él será glorificado en la glorificación de sus santos en su propia semejanza gloriosa. Él será «admirado» en la obra de gracia otorgada a todos los que creen. En tanto que la recompensa será nuestra, la gloria será suya. «No a nosotros, oh Señor, sino a tu Nombre sea la gloria.» «Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales» (Ef. 3:10).
Nosotros quedaremos saciados cuando le veamos como Él es; y Él quedará saciado cuando nos verá como entonces seremos. La Iglesia será su gozo y corona de regocijo en su Venida (1 Ts. 2:19, 20), y causa de asombro a lo largo de las edades venideras. Su presencia con el Cristo de Dios en la gloria significará: «La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos» (Ap. 7:12).
