Pez, pescado

Pez, pescado: Bíblicamente, los peces aparecen en numerosas ocasiones desde el principio de la humanidad. Forman parte de la creación que el hombre debía sojuzgar (Génesis 1:2628). En el transcurso de la historia sin duda muy pronto los peces llegaron a constituir un alimento común en muchos de los pueblos del mundo bíblico.

Los israelitas sentían nostalgia por los peces que comían «de balde» allá en Egipto, país donde abunda este alimento (Números 11:5; cf. Éxodo 7:18–21). En Jerusalén abundaba tanto la venta de pescado que hubo necesidad de establecer un lugar especial para los vendedores (2 Crónicas 33:14Nehemías 3:3). Al parecer, el pescado era llevado a Jerusalén desde los mares de → Tiro por los comerciantes extranjeros (Nehemías 13:16).

Las leyes de Moisés permitían comer toda clase de pescado que tuviera escamas y aletas (Levítico 11:9–12Deuteronomio 14:910). Seguramente en Mateo 13:48, al mencionar a los pescadores seleccionando su pesca, se hace referencia a esta Ley.

A los judíos les estaba prohibido rendir adoración a los pescados, costumbre muy practicada en otros pueblos idólatras (Deuteronomio 4:18; → Dagón). Los profetas hacen frecuentes referencias al oficio de la pesca (Isaías 19:8Jeremías 16:16Ezequiel 26:51432:3–5Amós 4:2Habacuc 1:15Sofonías 1:10).

En los Evangelios también hay continuas referencias a la pesca, el pescado y los pescadores (Mateo 7:1013:47Marcos 1:16Lucas 5:1–11Juan 21:6–11). El uso frecuente de estas escenas en los Evangelios se debe a que algunos de los discípulos del Señor eran pescadores antes de ser llamados al ministerio de Cristo. Los primeros seguidores del Señor recibieron el título de «pescadores de hombres» (Mateo 4:18–22), muestra de que el Señor hablaba a la gente en términos conocidos.

Sígueme!
Latest posts by Sígueme! (see all)