ROMPER EL VASO DE ALABASTRO
"Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho." Marcos 14:6
El texto está dentro del siguiente relato: Jesús estaba sentado a la mesa en la casa de Simón el leproso y de pronto se acerca una mujer, rompe un vaso de alabastro con perfume de nardo puro muy caro y lo derrama sobre la cabeza de Jesús.
Algunos de los presentes se escandalizan de este acto considerando que es un desperdicio, pues podría haberse vendido por más de 300 denarios y el dinero dado a los pobres. Usan el mismo razonamiento de Judas cuando María de Betania derrama perfume en los pies del Maestro y lo seca con sus cabellos. El Señor les dice que no la molesten pues ella ha hecho una buena obra, anticipándose a ungir su cuerpo para la sepultura.
Hay un perfume que contiene nuestra alma para el Señor y ese perfume es gratitud.
Cómo podemos ver en distintas ocasiones ocurre una situación similar en que una mujer muestra su veneración y adoración a Jesús derramando un perfume carísimo sobre su cuerpo. Aquí hay que considerar cuatro aspectos:
1) Es una mujer la protagonista. Ciertamente hombres y mujeres tenemos sensibilidad, pero ha sido más propio de la mujer expresar sentimientos en forma más vehemente o dramática. El texto nos está sugiriendo que debemos abrir el corazón y expresar nuestra sensibilidad al Señor.
2) El perfume es esencia de nardo muy caro. La mujer estuvo dispuesta a gastar un perfume muy caro en el cuerpo del Señor. Consideró que valía la pena pues se trataba del Hijo de Dios. Su fe la condujo a este acto de adoración. No debemos ser mezquinos a la hora de adorar a Dios y poner todos nuestros recursos en tan sublime acto.
3) Se rompe el vaso de alabastro. Para derramar el perfume había que extraerlo del vaso que lo contenía. Hay un perfume que contiene nuestra alma para el Señor y ese perfume es gratitud, alabanza y adoración. Para que sea derramado este contenido espiritual debe romperse el contenedor. Esto significa que debemos deponer toda vergüenza, orgullo y vanidad, no importándonos lo que otros puedan pensar de nuestra expresión de adoración. Romper el vaso de alabastro es quebrantar nuestra alma delante del Señor.
4) El perfume es derramado sobre el Señor. La mujer derramó el perfume sobre la cabeza del Señor. Otra mujer lo hizo en los pies y secó con sus cabellos los pies del Maestro. Es el cuerpo del Señor que es bendecido. La Persona de Dios es perfumada con nuestra alabanza y adoración. Nuestras palabras, cantos, danzas y todo tipo de expresiones dedicadas a Él son como un perfume caro y exquisito para Dios. A Él le agrada que lo perfumemos con nuestra gratitud alabanza y adoración.
Arrodíllese delante del Señor esta noche y rompa el vaso de alabastro de su alma para dar gracias a Dios, alabarlo y adorarlo, para derramar el perfume más exquisito que guarde su corazón para el Amado.
Iván Tapia
Iván Tapia Contardo es Pastor de la Iglesia Cristiana Discípulos de Jesucristo, Valparaíso. Nació en Valparaíso, Chile, en 1953. Es Especialista en Educación de Ciegos (U.Ch.), Bachiller en Teología (G.M.U), escritor y pintor (BBAA.V.)