Sara es la primera mujer cuya fe se nos muestra para que la observemos, y esto específicamente en su función de mujer casada.
Hay dos apóstoles que nos lo dicen. Primero es Pablo que indica que por fe pasó a ser madre (Hebreos 11:11); y segundo, Pedro, que ruega a las mujeres cristianas que sean como ella, que “obedecía a Abraham llamándole señor” (1ra.Pedro 3:6).
Sara, conocida también como Sarai
Fue la esposa de Abraham y juega un papel importante en la historia del judaísmo, el cristianismo y el islam. Ella es considerada una figura destacada y una matriarca en estas religiones.
En el libro del Génesis, se nos dice que Sara era estéril en un principio, pero Dios prometió a Abraham que sería madre de una nación y le cambiaría su nombre de Sarai a Sara. A pesar de su edad avanzada, quedó embarazada y dio a luz a su hijo Isaac, cumpliendo así la promesa divina.
Sin embargo, tuvo momentos pecaminosos. El ceder a Agar fue un acto de incredulidad. Su risa fue también incrédula. A causa de su incredulidad Sara trató a Agar rudamente. Y las Escrituras no disimulan este hecho.
Por fe recobró su valor como mujer. Por fe, de Sarai pasó a Sara.
Sara, madre de Isaac
Es reconocida por su papel como madre de Isaac, quien se convirtió en un patriarca importante y continuó la línea familiar.
También es conocida por su belleza y su papel en las historias de Abraham, incluyendo el episodio en el que, por temor, Abraham la presenta como su hermana ante los gobernantes extranjeros.