Recibo a Dios como mi fin principal y bien supremo.
Recibo a Dios como mi príncipe y Salvador.
Recibo a Dios Espíritu Santo para que sea mi santificador,
maestro, guía, y consolador.
Recibo la Palabra de Dios para que sea regla de todas mis
acciones
Y al pueblo de Dios como mi pueblo en toda circunstancia.
Por lo tanto, dedico y consagro al Señor todo lo que soy,
Todo lo que tengo,
Y todo lo que hago.
Y esto lo hago en forma deliberada y de mi voluntad, y para
siempre.
Recibo a Dios
Palabras que Philip Henry, padre de Matthew Henry, escribió para sus hijos y que llegaron a ser su declaración bautismal