La Mayor Riqueza. Por Ivan Tapia
"Las riquezas y la honra están conmigo; Riquezas duraderas, y justicia." Proverbios 8:18
La verdadera riqueza es el Evangelio; la verdadera riqueza es el Reino de Dios y sus promesas; la verdadera riqueza es Jesucristo. Quiero esa riqueza. Amén.
El libro de Proverbios es literatura de sabiduría y está escrito en versos, por eso también es un libro poético. En este capítulo 8 hace uso de un recurso literario llamado personificación o prosopopeya, haciendo hablar a la "Sabiduría" que es una virtud de Dios y que como cristianos estamos llamados a desarrollar, ya que es uno de los dones del Espíritu Santo cómo lo expresa el profeta:
"Y reposará sobre él Jesucristo Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová." (Isaías 11:2) El discurso que da la Sabiduría en el libro de Proverbios dice que ella produce riquezas pues quien tiene sabiduría sabrá administrar su dinero, capacidades y posesiones, será un buen mayordomo de sus recursos económicos y materiales. Mas el que no tiene sabiduría, sea un simple o un necio, podrá terminar en la pobreza o no prosperará.
Además expresa la Sabiduría que ella produce honra ya que la persona sabia se conducirá con honestidad, respeto por su prójimo, será laborioso y procurará siempre actuar en buena forma, lo que le acarreará buena fama. Pero luego dice que ella produce riquezas duraderas y justicia.
Aquí se está refiriendo a las riquezas eternas, a riquezas que son espirituales y no caducan, las cuales son las mejores riquezas, como Jesucristo lo corrobora en el Evangelio: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan." (Mateo 6:19-20)
Una de las perlas más valiosas que debemos buscar, desarrollar y cuidar es la sabiduría y el conocimiento de Jesucristo: "para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él" (Efesios 1:17). Al obtenerla será iluminada nuestra visión espiritual y entenderemos cosas que antes no habíamos comprendido, las cuales son las mayores riquezas del Reino: "alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos" (Efesios 1:18)
El capítulo finaliza diciendo que hay una bienaventuranza para el que atiende a la sabiduría: "Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; Todos los que me aborrecen aman la muerte." (Proverbios 8:34-36) Defraudar es privar a alguien de lo que tiene derecho, es decepcionar o desilusionar. No decepcionemos a nuestra propia alma ni la privemos de las riquezas eternas, por falta de sabiduría.