Actuar en Justicia
"Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos." San Mateo 6:1
El término justicia abarca aquí la actitud que tengamos en cuanto a las limosnas, la oración y el ayuno, cosas que los fariseos hacían para ser vistos y aplaudidos.
Las palabras de Jesús apuntan a la motivación con que damos una ofrenda o cualquier entrega al prójimo y la Iglesia, con qué corazón lo hacemos, si para recibir reconocimiento o como un don para Dios.
El Señor insta a que nuestra justicia no sea basada sólo en el cumplimiento de una ley, una obligación o nuestra propia satisfacción, como lo hacían los religiosos de Su época:
"Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos." (Mateo 5:20)
Hacerlo por otro interés que no sea el verdadero amor y dar gloria a Dios, es una rectitud deficiente e hipócrita.
La recompensa a nuestras buenas acciones no debe esperarse de las personas o instituciones que beneficiamos, aunque a veces la tendremos, pero en verdad la recompensa la recibiremos en su momento de nuestro Padre Celestial, en esta vida o en la eternidad.