Comience con lo que tiene, no con lo que le falta. Reflexiones Cristianas de John Mason
Dios ya le ha dado todo lo que necesita para comenzar a crear su futuro. Sin embargo, muchos nos encontramos diciendo: «Si tan solo tuviera esto... si al menos esto fuera distinto... si tuviera más dinero, podría hacer todo lo que Dios quiere que haga», mientras que pasamos por alto las semillas que Dios ha plantado en nuestro interior. La gente siempre exagera la importancia de las cosas que no tiene. Dios nunca le pedirá algo que usted no le pueda dar. Quiere que empiece con lo que le ha dado.
No permita que aquello que no puede hacer le impida hacer lo que sí puede. La pasividad prolongada paraliza la iniciativa. Para la mente que vacila, todo parece imposible. No espere que existan circunstancias extraordinarias para hacer el bien; hágalo en las situaciones comunes. No necesitamos más energía, habilidad ni mayores oportunidades. Lo que debemos hacer es sacarle provecho a lo que tenemos.
«El encanto de lo distante y lo difícil es engañoso. La gran oportunidad se encuentra donde está», dijo John Burroughs. Lo que puede hacer ahora es la única influencia que tiene sobre su futuro. La grandeza verdadera consiste en demostrar excelencia en las pequeñas cosas. No se queje porque no tiene lo que quiere; agradezca no recibir lo que merece. «"Debemos hacer algo", es el estribillo unánime. "Usted primero", es la respuesta que mata», dijo Walter Dwight.
Nadie será feliz hasta que no aprenda a sacarle provecho a lo que ya tiene y a no preocuparse por lo que no tiene. La alegría nunca vendrá a quienes no saben apreciar lo que ya poseen. La mayoría de las personas cometen el error de buscar muy lejos aquello que está cerca.
Nunca alcanzará mayores logros, a menos que se lance antes de estar listo. Nadie logró el éxito mientras esperaba que todas las condiciones fueran «ideales». La Biblia dice en Eclesiastés 11.4: «El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará».
Osea, si espera a que se den las condiciones perfectas, nunca llegará a nada.
No pierda el tiempo con dudas y temores acerca de lo que no tiene; dedíquese de lleno a terminar la tarea que tiene en sus manos, sabiendo que el correcto desenvolvimiento actual es la mejor preparación para los años venideros. «Crece donde has sido plantado. Empieza a tejer, y Dios te dará el hilo» (proverbio alemán).