¡Si trabajas para Dios, Él se encargará de ti!
Si le amas, te deleitas en Él y trabajas con fidelidad, si tratas de amar a los demás y de ayudarlos, Él hará cualquier cosa por ti, ¡lo que sea! ¡Suplirá todo lo que te falte conforme a Sus riquezas en gloria!
¡Te concederá incluso las peticiones de tu corazón, todo lo que desees! (Sal. 37:4) ¡No solamente te dará lo que necesites, sino también lo que quieras! ¡Así lo dice la Palabra de Dios, son promesas de Dios, de modo que debes creerlas, invocarlas y contar con que Dios las cumpla!
La mayor parte de las bendiciones y recompensas de Dios dependen de tu obediencia y de tus merecimientos, de que realices tu tarea bien y con fidelidad. Él Señor no te recompensa por holgazanear, te recompensa por una tarea bien cumplida. ¡En el instante en que empiezas a obedecer y a trabajar, Dios invariablemente hace Su parte! ¡Él da Su bendición!
Que Dios te ayude a tener fe para creer en Dios y en Sus garantías, a estar dispuesto a obedecerle y a no dejar de hacer tu parte, a hacer todo lo que puedas, para que Dios entonces pueda hacer lo que no puedas.
¿Eres buen siervo y fiel? ¡De ser así, Dios se encargará de ti! ¡Los siervos buenos y fieles entran en el gozo de su Señor! ¡Ahora aquí y después allá! ( Mat.25:21)