Hay Paz en la Presencia de Dios
BUSCA MI ROSTRO y encontrarás no solo mi Presencia sino que también mi paz. Para recibir mi paz deberás cambiar tus pretensiones para ser más receptivo y confiado.
Lo único que puedes agarrar sin dañar tu alma es mi mano. Pídele a mi Espíritu dentro de ti que ordene tu día y controle tus pensamientos porque los que ocupan su mente en las cosas del Espíritu tienen vida y paz.
Tú puedes tener todo lo que quieras de mí y de mi paz mediante miles de correctas decisiones cada día. La decisión más frecuente que tendrás que hacer será confiar en mí o preocuparte.
Nunca lograrás lo que quieres si te limitas a lamentarte pero puedes confiar en mí en cualquiera cosa que sea. Yo soy tu pronta ayuda en tiempos de tribulación. Confía en mí, aunque el mundo se desintegre y los montes se derrumben y caigan al mar.
ROMANOS 8.6; SALMO 46.1-2