LA BENDICIÓN
"Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén."
Efesios 6:23,24
Una doxología es una fórmula mediante la cual se invita a la alabanza de la gloria de Dios. Pero estos dos últimos versículos de la carta a los Efesios más bien son una bendición de parte de este padre espiritual que es San Pablo para con sus hijos de la ciudad de Éfeso.
A través de la boca o la escritura del Apóstol, Dios está bendiciendo a Su Iglesia. Para que este texto sea aún más provechoso debemos asimilarlo como nuestro, una bendición que Dios desea darnos.
El primer deseo del Señor para con nosotros es la paz. Desea que todos tengamos nuestra conciencia en armonía con Él, sin culpas ni resentimientos con nuestros hermanos. Esta paz es fruto del perdón de Dios ejercido desde la cruz; la sangre de Cristo nos ha limpiado de todo pecado y gracias a la fe tenemos paz para con Dios y el prójimo:
"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 5:1)
Luego desea que tengamos amor, pero amor con fe porque la fe permite qué descienda sobre nosotros el amor de Dios y podamos relacionarnos con Él y con nuestro prójimo con amor divino más que humano porque Dios es amor:
"Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. / El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor." (1 Juan 4:7,8)
Y finalmente derrama sobre Sus hijos, los que aman a Cristo, el mayor regalo de Dios: Su gracia. Es decir Su perdón gratuito para todos los que le amamos "con amor inalterable" y que trae salvación:
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo." (San Juan 1:17)
Y todos respondemos "amén", con la completa convicción de que el Señor ha derramado Su bendición sobre nosotros esta noche. Qué así sea! Amén.
Publicado: Editado: 5509