Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros Romanos 5:8.
Los cristianos sabemos que eso especial es más que algo, alguien llamado Jesucristo. Mas para la generalidad de las personas, la chispa de la vida o lo que la hace interesante y digna de vivirse, es el amor.
El amor cristiano es el resultado de la muerte de Jesucristo en la cruz. Él trajo el amor divino a la tierra, a través de sus palabras, su vida, su muerte y su resurrección. Pero no sólo exhibió ese amor de Dios en toda su existencia y a través de su testimonio de vida, sino que posteriormente puso ese amor en todo aquel que crea en Él y le reciba como Salvador, Señor y Maestro. Por la fe fuimos declarados libres de culpa y Dios derramó de su amor en nosotros por medio del Espíritu Santo (Romanos 5:1-5).
El amor de Dios es la chispa que enciende el combustible de la fe. Si Dios no le hubiese amado a usted, no se habría encendido su fe en Él. Usted tiene fe en Cristo porque cada día Él le demuestra más y más de Su amor. Así también podemos encender la fe de otros, si les brindamos verdadero amor de Dios. ¿No será eso lo que Jesús espera de usted?
Ore por los enfermos, ruegue por las necesidades de su prójimo, haga tarea de servicio, sea un buen samaritano de los discapacitados, ayude a los que están en dificultad y no sólo aumentará su amor por el prójimo, no solamente abundará en amor sino que también crecerá su fe. ¡Si tuviéramos más amor tendríamos más fe! El amor de Dios en usted es Cristo, quien es la verdadera chispa de la vida.
"Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas"
(Juan 12:46)