"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejarà ser tentados mas de lo que podèis resistir, sinò que darà tambièn juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar". II Corintios 10:13
Esta Escritura viene en un capìtulo muy fuerte del apóstol Pablo hablando a los creyentes. Comienza diciendo "Porque no quiero hermanos que ignorèis..." (Dios no deja cabos sueltos.) "Todos...estuvieron bajo la nube, todos pasaron el mar, todos en Moisés fueron bautizados...todos comieron el mismo alimento espiritual...todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebìan de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
Pero de los mas de ellos no se agradó Dios, por lo cual quedaron postrados en el desierto...mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas...". El problema es saber que es un deseo y que es la codicia.
La codicia es un apetito desordenado de riquezas, de una cosa, de una posición, o de una persona. El deseo, es un anhelo ferviente por tener o lograr algo que puede ser bueno, pero si esta alimentado por una ambición desmedida, tambièn puede llevar a la codicia. Luego dice: "...ni seamos idòlatras..." probablemente no adoramos idolos de madera o metal, pero quizás hacemos ìdolos de las personas.
Cuando no le damos el primer lugar de nuestras vidas a Dios, por otras cosas, le estamos dando el primer lugar a ellas, eso es idolatrìa.
Agrega: "ni forniquemos como algunos de ellos...y cayeron en un dìa veintitrés mil". La inmoralidad sexual nos rodea por donde miremos y le dà al sexo, una visión errada de lo que Dios creò, y ni hablemos del extravìo de lesbianas y homosexuales.
Mas adelante dice: "ni tentemos al Señor...". con Dios no se puede jugar. De El no podemos burlarnos y quedar sin castigo. Luego dice: "Ni murmuréis como algunos de ellos murmuraron y perecieron por el destructor". ¡còmo tenemos que cuidar nuestras lenguas!, ellas pueden generar verdaderos desastres, en nuestras vidas o en las vidas de otros.
A veces se puede matar con la lengua, dividir una iglesia o arruinarle la vida a alguien. En muchos paises la calumnia, que es producto de la murmuración, se castiga con dos años de càrcel, el castigo de Dios es mucho mayor. ¡Señor ayúdame para entender que en cada tentación tu tienes la salida para poder soportar!.