Job 32.1-10
Aquí nos encontramos con lo que hoy se llama brecha generacional – un problema que tienen que encarar por igual padres, maestros y jóvenes.
Seamos jóvenes o no, Eliú tiene algo que decir a todas las edades. La discusión se había prolongado por largo tiempo, y él escuchó todo lo que se dijo. Pero…
Aguardó. Esto es siempre buena cosa. ¿Te has precipitado a veces y después has lamentado no haber esperado un poco más?
Escuchó. Quiso estar seguro de qué cosa se trataba. Algunas personas a veces hablan y hablan, que no tienen tiempo para escuchar al otro. Y tratan a Dios de la misma manera. Tú, cuando oras, tómate tiempo para escuchar.
Respetó. Los otros eran mayores que él y tenían más experiencia de la vida. Siempre hay algo que aprender de la experiencia de otros. Jamás debe despreciársela.
Actuó. Muchas personas no llegan nunca a la acción; se quedan detenidas en la etapa del pensamiento. Pero Eliú entró en acción. ¿Por qué?
- porque no había reverencia por Dios.
Job estaba procurando mejorar la imagen de su propio nombre. ¿Hablas tú por Dios, cuando se toma en vano su nombre, cuando los hombres se burlan de su Palabra?
- Porque no había respeto por su amigo. La edad y la madurez no les habían dado verdadero entendimiento a aquellos hombres (5). En todas estas palabras hay consejos y advertencia para todos.
Nota que Eliú no habló para defenderse, sino para defender el nombre y la justicia de Dios. ¿A quién defendemos nosotros? ¿A nosotros mismos?
Oración. Por una verdadera comprensión y una correcta actitud hacia los que son más jóvenes o mayores que tú.