El templo sería sitio de juicio celestial (31-32). Salomón había pedido una sabiduría especial para juzgar los casos difíciles que le serían presentados, pero al mismo tiempo se dio cuenta de que el juicio definitivo se realizaba en el cielo.
La tentación de jurar falsamente era muy grande y Salomón pide que Dios no pase por alto un juramento falso. “Condenando al impío… justificando al justo”, se puede decir que este dicho encierra un concepto básico acerca de Dios en el Antiguo Testamento (Deuteronomio 25.1 y Éxodo 23.7). ¿Cómo entonces puede Pablo declarar que Dios es “aquel que justifica al impío” (Romanos 4.5)?
Sería un lugar de misericordia (33-34). En caso de una derrota, los soldados y la gente de importancia del pueblo vencido fueron llevados presos al país vencedor.
Pero salomón pide aquí que sean devueltos cuando el pueblo de Israel se humille y ore hacia el templo. ¿Quiénes se acordaron de esta oración de Salomón (2 Crónicas 33.11-13; Daniel 6.10; Salmo 28.2)?
Sería un lugar de sanidad corporal (37-40). “La plaga en su corazón” se refiere al remordimiento que iban a sentir aquellos que se habían apartado de Jehová. La petición de Salomón era que Dios diera a cada penitente de acuerdo a sus necesidades y situación. Dios podría hacerlo porque sabía la intención de cada uno.
Oración. Señor, te alabo porque tú cuidas de todos los aspectos de la vida. Si tuviese un pleito con otro, ayúdame a dejar el asunto enteramente en tus manos. Si sufro una derrota en la lucha contra Satanás, ayúdame a confesar mi falta para que tú me vuelvas al lugar de bendición. Si por causa de mi desobediencia tú me pones en dificultades materiales, ayúdame a regresar a tus caminos para que mi vida sea prosperada.