EN UNA CLASE DE ÉTICA, un profesor universitario presentó a los estudiantes un problema. Les dijo: “Un hombre tiene sífilis y su esposa tuberculosis. Han tenido cuatro hijos: uno murió, los otros tres tienen lo que se considera una enfermedad terminal.
La madre está nuevamente encinta. ¿Qué recomendarían ustedes?” Después de acalorado debate, la mayoría de los alumnos optó por proponer que la madre aborte. “Bien,” dijo el profesor, “acaban de matar a Beethoven.”
—Revista His, febrero de 1984
EL EX DIRECTOR GENERAL DE SALUD PÚBLICA, C. Everett Koop, dijo que en sus treinta y cinco años de ejercicio profesional él “nunca ha visto un caso en el que un aborto fuera necesario para salvar la vida de la madre.”