Un indio americano visitó la casa de unos vecinos blancos para pedirles un poco de tabaco. El generoso vecino le dio un buen puñado y cuando el indio estaba haciendo cigarros, descubrió un cuarto de dólar entre el tabaco.
De momento pensó que como se lo habían dado debía guardárselo, pero a la mañana siguiente compareció ante su vecino y le devolvió el dinero. Éste le preguntó por qué razón lo devolvía, si nadie se lo podía reclamar. El indio respondió señalando su pecho:
- Es que yo tengo aquí hombre bueno y hombre malo. El hombre bueno me decía: "Ese dinero no es tuyo; tienes que devolverlo a su dueño"
El malo respondía: "Tu vecino te lo dio y es tuyo ahora"
El bueno replicaba: "No es verdad; él te dio el tabaco, no el dinero"
El malo volvía a replicar: "No importa, ahora es tuyo, vete y compra alguna bebida"
El bueno respondía: "No lo hagas"
No sabiendo que hacer me fui a dormir, pero el hombre malo y el hombre bueno han estado discutiendo toda la noche y no me han dejado pegar un ojo. Por esto le devuelvo el dinero, y ahora me siento mejor!!
Parece que la "lucha entre estos dos hombres en nuestro interior" es universal...