Faraday, el famoso físico, un hombre de gran talento, fue preguntando cuando se hallaba cerca de la muerte:
¿Cuáles son sus teorías ahora? Teorías no tengo; estoy descansando sobre seguridades”, replicó, citando luego el versículo:
“Yo sé a quién he creído” y cierto estoy que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”. (Tim. 1: 12)
¿Puede usted decir lo mismo ahora?