EL DON DE DIOS. Bosquejos Biblicos para Predicar Romanos 6:23
I. Qué era este don. «La buena tierra.» No podían comprarla, ni podían trabajar por ella. Era el don de su gracia, como lo es el Señor Jesucristo su Hijo. «El don de Dios es la vida eterna» (Ro. 6:23).
II. A quién fue dada. «Que te habrá dado Jehová tu Dios.» Fue dada a los que habían sido redimidos por la sangre del cordero de la Pascua, y que por la fe habían entrado en ella. La buena tierra prometida está para nosotros en Cristo Jesús, en quien están todas las promesas de Dios. Por medio de su sangre redentora podemos entrar por la fe en la posesión de estas inescrutables riquezas que se encuentran en Él (Pr. 10:22).
III. El disfrute del don. «Y comerás y te saciarás.» Había suficiencia en la buena tierra para satisfacer en ella a toda alma. Hay una gracia sobreabundante para todos los que están en Cristo Jesús (1 Ti. 1:14).
Comed, amados. Ésta es una tierra de abundancia. Cuando nuestro Señor alimentó a la hambrienta multitud, todos comieron, y quedaron saciados. Si nuestros ojos están sobre Él, Él «llena de bien el alma hambrienta» (Sal. 107:9).
IV. El bendito resultado. «Bendecirás a Jehová tu Dios.» La abundancia sin Dios sólo lleva a los hombres, en la soberbia de sus corazones, a cocear (Dt. 32:15). La plenitud de la gracia lleva a la acción de gracias. Su deseo es darnos satisfacción de modo que seamos llevados a bendecir al Señor. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios (Sal. 103:1-4).