LA MISIÓN DE CRISTO. Bosquejos Biblicos para Predicar 1 Timoteo 1:15
Zaqueo procuró ver a Jesús, y Jesús procuró salvar a Zaqueo. «Es palabra fiel y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores» (1 Ti. 1:15).
I. El Buscador. «El Hijo del Hombre.» Como Hijo de Dios era el linaje de todo lo que Dios el Padre es en Sí mismo. Como Hijo del Hombre es linaje de la humanidad. La divinidad y la humanidad están ambas representadas en Jesús, que es llamado el Cristo. Él no es el Hijo de ángeles, sino que es el Hijo del Hombre, nuestro pariente cercano Redentor.
II. Los objetos. «Lo que se había perdido.» No solo lo que el hombre había perdido, sino al mismo hombre como perdido. El hombre como espíritu está perdido para el Cielo y para Dios en tanto que se mantenga esclavizado por el poder del pecado, aunque pueda ser tan rico y recibir tanta honra como este publicano.
Puede que sea insensible a su estado de perdición, como la moneda de plata, o miserablemente perdido, como la oveja perdida, o voluntariosamente perdida, como el pródigo (Lc. 15). Pero estar fuera de la cuenta del pastor, o fuera de la comunión del Padre, es estar perdido. «La que se entrega a los placeres, viviendo está muerta»..
III. El propósito. «El Hijo del hombre vino a buscar y a salvar.» «No he venido a llamar al arrepentimiento a justos, sino a pecadores» (Jn. 3:17). Esta empresa de salvación comenzó en Edén. «[Adán] ¿Dónde estás tú?» El Hacedor había venido para restaurar al hombre espiritualmente para con Él.
El hombre solamente puede ser salvo mediante la regeneración. Cuando el Hijo del Hombre vino a salvar a los perdidos, vino preparado para sacrificar todo lo que tenía para lograr su propósito. Se anonadó a Sí mismo, y se hizo obediente hasta la muerte de la Cruz. «Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho.»
IV. La manera. «El Hijo del hombre ha venido a buscar.» Ha venido, y ha venido en nuestra misma naturaleza, exceptuando el pecado, en nuestro lugar y por nosotros, a la maldición que nos era debida a nosotros, a la pena de muerte de nuestros pecados. Ha venido buscando para salvar. No vino para ser servido, sino para poner su vida en rescate por muchos. Buscando para salvar. Y sigue con su ministerio de búsqueda.