I. La tarea. Invariablemente, en aquellos días los esclavos huidos eran crucificados. Pablo quería reconciliar al dueño– Filemón–sin humillar al siervo–Onésimo–; recomendar al arrepentido malhechor sin minimizar su culpa; así, tenía que equilibrar las demandas de la justicia y de la misericordia.
II. Su solución.
1.Tocando el corazón de Filemón en varias ocasiones,mencionandoque era preso por causa del Evangelio.
2.Reconociendo franca y plenamente el muy excelente carácter cristiano de Filemón, haciéndole con ello difícil que rehusara actuar conforme a su reputación, y conduciéndole a tratar con gracia para con el ofensor.
3.Retrasando mencionar el nombre del arrepentido hasta haber abierto el camino.
4.Refiriéndose a Onésimo como su «hijo»,estableciendo así el nuevo vínculo en Cristo.
5.Dando por supuesto,una vez hecha su petición, que Filemón haría como le había pedido (21).
6.Rehusando mandar con la autoridad de un apóstol, sino rogando como un hermano, como amigo entrañable. Véanse los vv. 8, 9, 20; especialmente «Amado hermano» (v.1).
7.Reconociendo con franqueza el mal hecho(11),y prometiendo compensar cualquier pérdida (18, 19).
8. Mediante una cuidadosa elección de las palabras, evitando irritar, como,
por ejemplo, diciendo «se apartó» (15), en lugar de «huyó» o «escapó», etc. etc.
9. Sintiendo que el esclavo no debe encontrarse a solas con su ultrajado
amo, dispone que el amigo de Filemón, Tíquico, le acompañe para actuar de mediador. Está claro, Tíquico entregó esta carta a Filemón junto con Onésimo (ver Col. 4:7-9).
10.Citando sus planes de visitar a Filemón(22);y ¿cómopodría encontrarse con él si hubiera rehusado cumplir su petición?

