Introducción
1. Nuestros navíos de guerra navegan a veces bajo órdenes selladas.
Solo en alta mar pueden romperse los sellos. El Libro del Juicio
conteniendo los profundos y secretos propósitos de Dios está sellado con siete sellos, esto es, perfectamente sellado.
2. Es el Cordero quien abre el Libro Sellado que contiene los profundos y secretos propósitos de Dios. La clave del futuro está en manos de Cristo.
3. El Día de la Tribulación tiene su comienzo con la apertura del Primer Sello.
4. Los juicios aumentan en intensidad y en severidad según van progresando.
I. El primer sello: Invasión por parte del Anticristo (vv. 1, 2).
1. «Un arco», pero no flechas, indicando victorias no cruentas.
2. Un gran conquistador, y una gran conquista.
II. El segundo sello: Guerra civil (vv. 3, 4).
III. El tercer sello: Hambre. Los alimentos 16 veces más caros que de ordinario. En el reinado de Trajano, un denario compraba veinte medidas.
IV. El cuarto sello: Peste y Muerte (vv. 7, 8). «La muerte aparece montada sobre un caballo, no en un trono; llega, y pasa de largo» (C. G. Rossetti).
V. El quinto sello: Mártires judíos (vv. 9-11). Este quinto sello es distinguido y separado de todos los demás.
1. LA IDENTIDAD DE ELLOS.
2. LA LEALTAD DE ELLOS A LA PALABRA DE DIOS.
3. SUS ORACIONES.
4. LOS DIFUNTOS:
a. No han dejado de existir.
b. No son inconscientes.
c. Retienen una conciencia de su anterior vida en la tierra.
d. Retienen la capacidad de orar.
e. Son capaces de recibir conocimiento.
f. Son capaces de recibir consuelo y gloria adicionales.
g. Estaban impacientes por la llegada de la hora de la justicia y del azote de la retribución sobre los impíos.
IV. El sexto sello: Señales en el cielo arriba y en la tierra abajo (vv. 12-17).
1. Un gran terremoto.
2. Un gran apresuramiento en tratar de esconderse.
3. Querían esconderse de delante de la presencia del Señor. Nosotros nos lamentamos cuando Él nos oculta su rostro.
4. Una pregunta en el versículo 17: «¿Quién podrá sostenerse en pie?», recibe su respuesta en Apocalipsis 7:9.
5. «Fueron removidos de su lugar» (v. 14) se predice en Mateo 24:35; Isaías 34:4; 13:6-13.

