Temor y Confianza
«En el día en que tengo miedo, yo en ti confío» (Sal. 56:3).
Es un bendito temor el que nos hace huir hacia Dios. El temor y la confianza son dos sentimientos muy comunes del alma.
I. El objeto de la confianza. «En ti.» Esto implica:
1. CONOCIMIENTO. «En ti confío.» En ti, el Dios vivo, que ha efectuado poderosas liberaciones en tiempos pasados. En ti, el Dios eterno que nos has sido revelado en Cristo Jesús.
2. CONFIANZA. «Confío», o encomiendo mi causa a ti. Ésta es la confianza que tenemos en Él.
3. DETERMINACIÓN. «Yo en ti confío.» No hay aquí ni duda ni incertidumbre. Sé a quien he creído.
II. El tiempo de la confianza. «El día en que tengo miedo.» Bienaventurados los que conocen a Dios como refugio para los temerosos. Adán se ocultó de Dios, David quería ocultarse en Él. Confía en Él cuando tengas miedo de
1. LA CULPA Y LA IRA. No hay condenación para los que están en Cristo Jesús. Él ha hecho la paz mediante la sangre de su Cruz.
2. EL PECADO DENTRO. No hay esperanza de liberarse mediante nuestro propio poder o sabiduría.
3. LA DEBILIDAD Y EL FRACASO. No somos nada más que debilidad, y nada podemos hacer nosotros mismos más que fallar. Cuando estemos conscientes de esto, entonces es el momento de confiar. Cuando soy débil, entonces soy fuerte.
4. LAS PRUEBAS Y TENTACIONES. Estas nos miran frecuentemente con una terrible expresión, e instintivamente tememos el contacto con ellas. Aquel varón será como escondedero contra el viento y el turbión. Cree solamente.
5. LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE. La muerte tiene sombras tenebrosas y que hacen desmayar, pero la fe gana la victoria. Ellos vencieron por la Sangre del Cordero. «Su corazón está firme, confiado en Jehová» (Sal. 112:7).