Pero el SEÑOR será un refugio para su pueblo (Joel 3:16).
Los soldados pueden ser heridos en la batalla y enviados al hospital. Un hospital no es un estante; es un lugar de reparación.
Un soldado al servicio del ejército espiritual nunca está fuera del campo de batalla, solo es trasladado a otra parte del campo cuando una herida interrumpe lo que tenía que hacer y lo pone a hacer otra cosa.
¿No es un gozo, un gozo sublime, que no exista tal cosa como el estante?
Ningún soldado en servicio jamás se «deja de lado»; solo se le da otra comisión para pelear entre las fuerzas invisibles del campo. Nunca se coloca en el estante, como si ya no fuera útil a su amado Capitán.
A los soldados nunca se les da de baja en tiempo de guerra, ni por un solo día.