El Poder de la Sabiduría | David Jeremiah |ReflexionesCristianas
Eclesiastés 7:19–29
Una palabra para sabiduría en hebreo es hokmah. Aparece más de trescientas veces en el Antiguo Testamento. Si bien hokmah (y sus derivados) generalmente se traducen como “ser sabio”, “sabio” o “sabiduría”, el significado fundamental de la palabra es “habilidad”, es decir, habilidad de todo tipo.
Por ejemplo, hokmah describe a los sastres del sumo sacerdote (Éxodo 28:3) y a los grabadores del tabernáculo (Éxodo 35:35). Jonadab, un hombre hábil, tiene hokmah (2 Samuel 13:3), al igual que un buen encantador de serpientes (Salmo 58:5). Las hormigas, los tejones, las langostas y las arañas tienen su propia habilidad hokmah (Proverbios 30:24-28), al igual que los fabricantes de ídolos (Isaías 40:20) y los navegantes (Ezequiel 27:8).
Los hábiles son aquellos que ponen orden en el caos, que toman materias primas y las convierten en algo útil o hermoso, y que tienen la capacidad de navegar en situaciones caóticas como tormentas en el mar o de aprovechar una situación caótica en beneficio propio.
La imagen suprema de hokmah, por supuesto, es la de Dios creando una Tierra asombrosamente hermosa y compleja a partir del caos descrito en Génesis 1:2. La tierra estaba desordenada y vacía antes de que Dios aplicara Su habilidad.
Cuando aplicamos hokmah al curso cotidiano de los acontecimientos humanos, se podría decir que poseemos la habilidad de vivir. Seríamos aquellos que supiéramos poner orden en una vida a veces caótica, que pudiéramos recoger los fragmentos aleatorios de la vida y darles forma en algo que dé frutos, y que pudiéramos evitar estrellarnos en los bajíos y bajíos de la vida y hacer llegar sano y salvo a puerto.
Salomón valora esa sabiduría manifestada en una perspectiva divina y en el poder divino, sabiduría para afrontar cualquier cosa que la vida le depare. La perspectiva de la vida es buena. Pero el poder hace la vida mucho más emocionante.
La sabiduría puede ayudar a comprender la prosperidad, la providencia y los acertijos de la vida, pero no promete brindar una perspectiva de todo.
La perspectiva tampoco existe sola. La perspectiva y el poder son como las dos alas de un pájaro, las dos hojas de unas tijeras o las dos caras de una moneda. Toda la sabiduría no existe sin perspectiva y poder.