Gozo en la Adversidad
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. Juan 7:37–39
Cuando tenemos al Espíritu Santo en nosotros, tenemos justicia, paz y gozo viviendo en nosotros (Romanos 14:17). Nuestro hombre interior es como un pozo de cosas buenas (Mateo 12:35). Una de esas cosas buenas es el gozo. Pero Satanás va a tratar de cegar nuestro pozo.
De hecho, cegar los pozos de los enemigos era una estrategia utilizada en el pasado, como podemos ver en 2 Reyes 3:19: “Y destruiréis toda ciudad fortificada y toda villa hermosa, y talaréis todo buen árbol, cegaréis todas las fuentes de aguas, y destruiréis con piedras toda tierra fértil”.
Las piedras de preocupación, autolástima, depresión—todas estas cosas—son la estrategia de Satanás para cegar su pozo. Cuando su alma está llena de estas piedras, obstaculiza el fluir del Espíritu de Dios dentro suyo. ¡Dios quiere volver a abrir su pozo! Él desea que el río de vida en usted fluya libremente.
¡Deje que el gozo fluya! ¡Deje que la paz fluya!
Nuestros propios esfuerzos siempre traen miseria y frustración, pero la promesa de Dios traerá gozo y risa. ¡La risa lo ayudará a volver a abrir el pozo de agua viva que el Espíritu Santo traiga a su alma!
Quizá no se haya reído—quiero decir realmente reído—en mucho tiempo. Usted encontrará que se siente mejor después de una carcajada. Algunas veces siento como si mi tubería hubiera sido limpiada, digamos, después de una buena carcajada.
Si estoy cansada y agotada por tratar con los problemas de la vida, con frecuencia me siento por dentro como un armario polvoriento: sin ventilación y con necesidad de ser refrescada. Cuando Dios me brinda la oportunidad de tener una carcajada realmente buena, al parecer me “ventila”, para refrescarme y levantar la carga de mi mente cansada.