¡Qué grande es para nosotros servir al mismo Señor que ellos! En todo esfuerzo hecho en su nombre hay dos grupos combatientes.
Está el Señor y los dedicados a su servicio. Pablo y Bernabé eran dos, pero con el tiempo había una gran multitud de creyentes judíos y griegos.
¿Cuál crees que es el secreto de su modo de hablar de tal manera que creyó esta cantidad de personas? ¿Serían sus cualidades personales?
Pablo atribuía su éxito a otros factores, según 1 Corintios 2.3-5; y 1 Tesalonicenses 1.5 y 2.13. Y hablando de secretos, en el versículo 3 ¿puedes descubrir el secreto del por tanto de detenerse mucho tiempo en un lugar donde el ambiente se había tornado tan hostil para ellos?
Está nuestro enemigo el diablo, y los que se dejan utilizar por él. La oposición tomó una variedad de formas, primero sutil y luego abierta, tanto de judíos como de griegos, con palabras y actos de violencia.
Nació en el corazón de los que no creían, luego ellos sembraron sus venenosas insinuaciones en otros (2), y al final estalló la persecución física (5).
¡Un secreto más! Encerrada en la frase “habiéndolo sabido” (6), encontramos la maravillosa providencia de Dios. Nunca actúa demasiado tarde, ni hay situación demasiado difícil para él.
Oración. Señor, enséñame los mismos secretos que enseñaste a tu siervo Pablo: el secreto de hablar palabras que lleven fruto, el secreto de la perseverancia, y el secreto de un entusiasmo que no apaga la oposición.
Para recordar. Pablo y Bernabé – como hombres – como cristianos – se destacaron por ser persistentes, elocuentes, valientes, llenos del Espíritu y estrategas.