Si te pareces algo a mí, te habrá pasado, en más de una oportunidad, de no disfrutar a pleno algunas situaciones que eran potencialmente muy "disfrutables".
Simplemente el episodio pasó sin pena ni gloria porque no tuvimos conciencia sobre lo que estaba sucediendo.
El Dr. Martin Seligman, fundador de la Psicología Positiva, quizá nos pueda ayudar con algunas ideas sobre cómo "saborear" más la vida. Dr., lo escuchamos:
"La velocidad vertiginosa de la vida moderna y nuestra preocupación extrema por el futuro pueden acecharnos y empobrecer el presente.
Casi todos los avances tecnológicos (desde el teléfono a Internet) se han centrado en permitir realizar más tareas y con mayor rapidez.
La ventaja de ahorrar tiempo va unida al elevado valor que otorgamos al hecho de ser previsores para el futuro...
... Ahorrando tiempo (¿para qué?) y planificando el futuro (que llegó ayer pero que en realidad no llega nunca) perdemos las amplias posibilidades del presente...
... Saborear y disfrutar es la conciencia del placer y la atención consciente y deliberada ante la experiencia de éste...".
Entonces brinda algunas sugerencias sobre cómo incrementar el "saboreo":
- Compartir con otras personas: buscar a un otro con el que compartir la experiencia para contarle lo que significa para nosotros ese momento
- Guardarlo en la memoria: tomar fotografías mentales o incluso llevarse un recuerdo físico de ese instante para rememorarlo posteriormente
- Agudizar la percepción: centrarse en ciertos elementos y omitir otros para no distraernos de aquello que es más placentero
- Ensimismamiento: permanecer absorto no intentando pensar tanto en ese momento, sino sólo sentir. No ponernos a pensar en lo que deberíamos hacer luego, ni plantearnos cómo se podría mejorar la situación.
Amigo, ¡cuánto tenemos para aprender en esta materia! Aprendamos a no "tragarnos" esos momentos tan bellos que nos da Dios cada día.
Saboreemos. Dejemos que el paladar del alma sienta ese "gustito" tan sabroso. Pensemos un poco menos y disfrutemos bastante más.
El futuro ya vendrá. Mientras tanto, concentrémonos en los banquetes que nos da el presente.