¿QUÉ ES LA FE?
Ahora bien, ¿cómo funciona la fe, y cómo vence a las flechas ardientes (los ataques) del maligno? En primer lugar, recuerda que la fe abarca más que las simples creencias. «También los demonios lo creen, y tiemblan» (Santiago 2.19). Tal como nos dice Kent Hughes en los términos más fáciles de comprender, «la fe es el resultado de la suma entre las creencias y la confianza. Consiste en descansar en la persona de Dios y en la Palabra que él nos da».
La fe es una práctica activa apoyada en la creencia. La fe no es ambigua; no es insegura. Es una convicción concreta. Es la seguridad que tenemos en el presente sobre una realidad futura. La fe es una confianza sólida e inconmovible en Dios, construida sobre la seguridad de que Él es fiel a sus promesas.
A los nueve años, a Marla Runyan la diagnosticaron con la enfermedad de Stargardt, un estado macular degenerativo que pronto la dejó legalmente ciega. Los objetos que tenía delante le parecían espacios vacíos. Alrededor de la periferia de la visión podía distinguir vagamente las formas y los colores.
Marla estaba decidida a no permitir que su discapacidad le echara a perder la vida. Después de la escuela secundaria, asistió a la Universidad Estatal de San Diego, donde adquirió dos maestrías con la ayuda de equipos especiales y lectores voluntarios. Mientras estaba allí, comenzó a competir en las competencias de pista. Entre 1992 y 1999, ganó cinco medallas de oro en los Juegos Paralímpicos, incluyendo la carrera de 1.500 metros en los Juegos Panamericanos.
En el año 2000, y de nuevo en el 2004, calificó para el equipo olímpico de EE. UU. y se convirtió en la primera persona legalmente ciega que compitió en los Juegos Olímpicos, colocándose en el octavo lugar, el primero entre todas las mujeres estadounidenses, en la carrera de 1.500 metros en Sydney, Australia. En 2006, ganó su segundo Campeonato Nacional en la carrera de los 20.000 metros.
Marla Runyan aprendió a mantenerse en su carril y dar los giros en la pista usando su limitada visión periférica. Aunque no podía ver cuánto había corrido durante una carrera, aprendió a mantener un ritmo escuchando la intensidad de la respiración de las demás competidoras. Un entrevistador le preguntó perplejo cómo ella podía correr hacia una meta que no podía ver siquiera.
Ella le contestó: «No la puedo ver, pero sé que está allí». Por la fe avanzamos incluso si nuestro destino no está claro. La fe nos dice que lo que Dios nos ha prometido acontecerá, y es tan cierto que es como si ya hubiera pasado. La fe trata las cosas que esperamos como realidades. Esa es la descripción de la fe dada en Hebreos 11.1: «Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve».
El doctor Martin Luther King, Jr. expresó esta necesidad de confianza cuando dijo: «La fe es tomar el primer paso aun cuando no vemos toda la escalera».