En la galería Tate de Londres hay una famosa pintura hecha por Federico Watts, que da un concepto artístico de la esperanza.
Presenta a una mujer con los ojos vendados, sentada sobre el globo del mundo, sosteniendo en las manos un laúd con todas las cuerdas rotas menos una.
No obstante, ella está inclinada, escuchando atentamente para captar la música de la cuerda solitaria. He allí la esperanza triunfante sobre todos los pecados, penas, tristezas y tragedias de este mundo.
Cuando le queda solamente una cuerda al arpa de la vida, aun ésta da música dulce, espiritual, poderosa para satisfacer el alma anhelante.